quinta-feira, 6 de outubro de 2011

O fim da aventura

À tarde sento-me no jardim do bairro
onde os lódãos acolhem melros
e enchem de sementes as inférteis
alamedas de alcatrão.

É o primeiro domingo sem ti,
em tudo igual aos outros domingos:
ruas despovoadas, grades nas montras
escuras, um pacato mundo de vizinhos
temporariamente ausentes.

Deixo-me ficar ao frio um bom bocado,
distraído pelo fútil desejo de ser
o próximo estranho que atravesse
a rua, de não ter sequer o abrigo
dum nome.

E, de súbito, ei-la que regressa,
após meses de remanso em parte
incerta: conjurei a sombra azeda
que me sussurra ao ouvido.

Cá está ela, sim, íngreme
e sedenta.

A poesia.

Rui Pires Cabral. Capitais da solidão. "Museu do amor" (2006)


El final de la aventura

Por la tarde me siento en el jardín del barrio
donde acogen mirlos los almeces
y llenan de semillas las infértiles
alamedas de alquitrán.

Es el primer domingo sin ti,
en todo igual a los demás domingos:
calles despobladas, rejas en los escaparates
oscuros, un plácido mundo de vecinos
temporalmente ausentes.

Me dejo estar al frío un buen rato,
distraído por el fútil deseo de ser
el próximo extraño que atraviese
la calle, de no tener siquiera el amparo
de un nombre.

Y, de repente, hela ahí que regresa,
tras meses de remanso en lugar
incierto: conjuré la sombra agria
que me susurra al oído.

Aquí está ella, sí, escarpada
y sedienta.

La poesía.

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