quarta-feira, 19 de janeiro de 2011

Ao crepúsculo

Separada do corpo a luz
rasteja,
confunde-se com a chuva.
Arrefeceu, as gaivotas
juntam-se nos rochedos.
O gato enrola-se no sono.
Pego nun livro, de repente
uma criança tomba dos versos.
Uma criança morta.
Eugénio de Andrade. As mãos e os frutos (1948)


En el crepúsculo

Separada del cuerpo la luz
se arrastra,
se confunde con la lluvia.
Hace más frío, las gaviotas
se reúnen en las rocas.
El gato se enrosca en el sueño.
Cojo un libro, de repente
un niño cae de los versos.
Un niño muerto.

1 comentário:

Eli disse...

Que triste é perder a esperança...